Visita Oficial
a la República de Costa Rica del Señor Jorge Batlle Ibañez,
Presidente de la República Oriental del Uruguay
DECLARACION CONJUNTA
Los Jefes de Estado de la República Oriental del Uruguay y de la
República de Costa Rica han decidido suscribir la presente Declaración
Conjunta, en ocasión de la Visita Oficial a Costa Rica el día 10 de abril del
2.002, del Presidente del Uruguay, Señor Jorge Batlle Ibañez,
atendiendo una invitación que le formulara el Presidente de Costa Rica, Señor
Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y en reciprocidad a la visita que el
Presidente Rodríguez realizó al Uruguay los días 30 y 31 de julio de 2001.
Durante su estancia en Costa Rica, el Presidenta Batlle y el
Presidente Rodríguez dialogaron en un clima de cordialidad, que es fiel reflejo
de la inquebrantable amistad y de similares valores políticos y culturales que
existen entre los pueblos y los Gobiernos del Uruguay y Costa Rica,
sobresaliendo como dos de las naciones de América Latina, en las que el
sistema democrático como concepción y forma de vida está arraigado
profundamente en el espíritu de sus ciudadanos, además de
constituir los rasgos esenciales que han orientado la larga trayectoria
de sus relaciones de mutua cooperación.
Múltiples tópicos de interés global y regional fueron abordados por los
Mandatarios en sus conversaciones, sustentadas en los compromisos
de impulsar la vigencia de los valores comunes de la paz y la democracia, el
respeto a los derechos humanos, la equidad social, el libre comercio
y la aplicación de políticas económicas racionales, como también de enfrentar
eficazmente los peligros del terrorismo, el narcotráfico, el lavado de dinero
y la delincuencia transnacionales con acciones enmarcadas en el derecho
internacional.
El Presidente Batlle y el Presidente Rodríguez analizaron los compromisos
asumidos durante la Visita Oficial al Uruguay del Mandatario costarricense
destinados a innovar la agenda bilateral y a concertar visiones comunes
en torno a hechos recientes que han surgido en la política mundial, que tienen
máxima repercusión en sus naciones.
Manifestaron la necesidad de impulsar reformas a
los mecanismos extraconvencionales en materia
de promoción y protección de los derechos humanos en el
sistema de Naciones Unidas, bajo los criterios de
objetividad, eficiencia y transparencia.
Con especial satisfacción valoraron el fortalecimiento y presencia que el
Grupo de Río ha adquirido en nuestras actividades regionales y en los procesos
de consulta y concertación en diversas áreas, temas y diálogos con otros
países. También destacaron la presencia que el Grupo de Río ha logrado en los
organismos internacionales y las posibilidades de acción conjunta que los Jefes
de Estado y de Gobierno han orientado para fortalecer actividades de
coordinación en la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en particular, ante la
Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que
tuvo lugar en Monterrey, México, del 18 al 22 de marzo del 2002,
concebida como el primer paso hacia una asociación mundial a favor del progreso
económico y social de las naciones en desarrollo.
El Presidente Batlle y el Presidente Rodríguez compartieron la visión
sobre los temas fundamentales presentados por Costa Rica como Secretaría
Pro Témpore del Grupo de Río, en ocasión de la XXl Reunión Reunión Ministerial,
celebrada en Heredia, el 15 de febrero del 2002, específicamente, la
lucha contra la Pobreza y el fortalecimiento de la Familia y el
perfeccionamiento de los mecanismos no convencionales de la Comisión de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En este sentido, ambos Jefes de
Estado coincidieron en la necesidad de impulsar una reforma del Sistema de
Derechos Humanos en vigor conforme, basicamente, al
proyecto presentado por el Gobierno de Costa Rica.
Los acuerdos que se consignan en la Declaración de la
Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, en la Cuarta Conferencia
Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebrada en Doha
(Qatar) del 9 al 14 de noviembre del 2.001 y los lineamientos
establecidos en el Documento Final “Consenso de Monterrey” derivados de
la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo,
efectuada en México del 18 al 22 de marzo del año en curso, concentraron
la mayor atención de los Presidentes del Uruguay y Costa Rica, ya que se
han definido a nivel multilateral reglas claras en materia de comercio e
inversión, que son las fuentes primordiales para el financiamiento
del desarrollo y el crecimiento sostenible de los países postergados y de
la superación de la pobreza global. El entendimiento que se está
alcanzando en adoptar responsabilidades compartidas entre los
países altamente industrializados y las naciones menos adelantadas para
reducir los desequilibrios y desigualdades económicas y en la
calidad de vida, al igual que la brecha en tecnología informática, debe
ser materia de trabajo de la Organización de los Estados Americanos y del Grupo
de Río, y de este modo dichas instancias se sumarán a los esfuerzos
de poner en práctica los objetivos y metas propios de la mundialización con equidad.
Al mismo tiempo, los Mandatarios del Uruguay y de Costa Rica
se comprometieron en aprovechar las capacidades políticas y técnicas del
Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA) con el propósito de demandar el cumplimiento real y
efectivo de los compromisos e iniciativas aprobados en dichos foros de
negociación multilateral.
Reclamaron a los países desarrollados por los subsidios a la producción
agrícola y el proteccionismo contra esas importaciones a sus mercados, ya que
causan severos perjuicios a los países en desarrollo al lesionar su
competitividad y empobrecerlos cada vez más, ya que se les impide colocar
sus productos y obligándoles a competir en mercados internacionales con precios
artificialmente bajos. Coincidieron en que el Grupo Cairns
es un medio apropiado para promover en los foros comerciales la defensa de los
intereses de ambos países, en cuanto a la eliminación de los subsidios
agrícolas, la prohibición de los apoyos internos que distorsionan la producción
y el comercio y para favorecer la apertura de mercados de manera similar
a la de los productos industriales. Igualmente, los Mandatarios de Costa
Rica y del Uruguay se comprometieron a respaldar los esfuerzos colectivos en el
seno de la Organización Mundial del Comercio tendientes a suprimir las
prácticas de los subsidios que van en detrimento de las reglas claras y
la transparencia en las relaciones comerciales.
Los Presidentes reconocieron que cada nación es responsable de su propio
desarrollo y bienestar; y que las experiencias exitosas comprueban que cuando
una nación invierte lo suficiente y de manera sostenida y eficaz en
programas universales de educación, salud, servicios básicos, atención
humanitaria y es además impulsado el libre comercio, se rompe el círculo
vicioso de la pobreza y se generan los medios para que continúe creciendo y
progresando por su propia cuenta.
Sobre este mismo asunto, el Presidente Batlle y el Presidente Rodríguez
abogaron también por la reactivación de la asistencia financiera para el
desarrollo. Destacaron que a los países ricos les corresponde
proporcionar como mínimo la ayuda financiera acordada y otorgar oportunidades
de crecimiento mediante la apertura de sus mercados y, por su parte, a los
países pobres y en vías de desarrollo les corresponde hacer buen gobierno,
emplear la ayuda para el desarrollo con eficiencia, equidad y
transparencia en las áreas que generan capacidades para el desarrollo humano.
Coincidieron en que no son excluyentes en América Latina el crecimiento
económico y las políticas sostenibles de protección ambiental, y, que por el
contrario, ambos objetivos se tornan cada vez más interdependientes;
planteado de este modo se obtendrán beneficios sociales y empleos de alta
calidad sin que se pongan en riesgo los equilibrios biológicos, al mismo
tiempo que mejorará la capacidad de aprovechar racionalmente los recursos
naturales y la enorme biodiversidad de la región estimulando iniciativas
rentables, pero amigables e innovadoras con el medio ambiente, a saber:
la promoción del turismo ecológico, la investigación científica y la
consolidación en la esfera internacional del mercado de fijación de
carbono. Reconocieron que esta modalidad de progreso económico
tiene todas las propiedades institucionales para convertirse en
una nueva generación de posibilidades de cooperación
horizontal entre las naciones latinoamericanas.
Los Mandatarios destacaron la importancia que tiene
para los intereses políticos, económicos, comerciales y de cooperación de los
Estados pequeños de este subcontinente la
realización en mayo del 2.002 de la Segunda Cumbre de América Latina, el Caribe
y la Unión Europea (Cumbre de Madrid). Por esta razón, subrayaron
la necesidad de intensificar las consultas entre los Mandatarios de
las economías de pequeño tamaño, a fin de alcanzar consensos en las disciplinas
relacionadas con la asistencia oficial para el desarrollo y la promoción del
comercio y las inversiones internacionales contempladas en la agenda de la
citada Cumbre, donde es de suponer también el relanzamiento de acuerdos
comerciales subregionales.
Las propuestas hechas por el Presidente de los Estados Unidos de América,
George W. Bush, de
comenzar a negociar Tratados de Libre Comercio con Uruguay y Centroamérica
fueron interpretadas por el Presidente Rodríguez y el Presidente Batlle como
una de las decisiones positivas de Washington en aras de fortalecer su
política comercial con la región, lo cual es una señal alentadora
hacia la creación del Area de
Libre Comercio de las Américas (ALCA) en
el 2005. Asimismo, reconocieron la importancia de favorecer los
intercambios de conocimientos y experiencias que los equipos de negociación
de ambas naciones han acumulado en sus específicas misiones de
atender los procesos de convenios comerciales ya concluidos o que tienen
pendientes.
El Presidente Batlle se pronunció a favor de la iniciativa del Presidente
Rodríguez sobre la conformación de un fondo precautorio, creado con
pequeños aportes de los países, y administrado por el Fondo Monetario
Internacional, a través del cual los Bancos Centrales Nacionales tendrían
acceso inmediato a recursos financieros para enfrentar crisis de confianza
sobre sus monedas.
En la búsqueda de nuevos acercamientos entre el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR) y el Sistema de la Integración Centroamericana
(SICA), los Presidentes del Uruguay y Costa Rica ratificaron su
firme propósito de facilitar la instalación de la Comisión de Comercio e
Inversión resultado del Acuerdo Marco de Comercio e Inversión entre el MERCOSUR
y el Mercado Común Centroamericano, el cual fue suscrito con ocasión de la
Segunda Cumbre Hemisférica en Santiago de Chile el 18 de abril de 1998.
El Presidente de Costa Rica manifestó su especial reconocimiento por el
respaldo solidario que recibió del Gobierno del Uruguay a fin de que
fuera aprobada la Resolución de San José sobre “la Carta Democrática
Interamericana” en la Trigésima Primera Asamblea General de la Organización de
los Estados Americanos, que se celebró en San José del 3 al 5 de junio del
2.001, la cual sirvió de base para la adopción definitiva de
“la Carta” en la Asamblea General Extraordinaria de esa Organización
Regional, que se llevó a cabo en Lima, Perú en setiembre de ese mismo
año.
Teniendo presente la trascendencia de los principios de la Carta
Democrática Interamericana, los Mandatarios del Uruguay y Costa Rica
manifestaron su esperanza de ver iniciada una reforma democratica
en cuba con la plena participación de ese pais dentro
de los mecanismos de integración política y económica
hemisféricos. Asimismo, demandaron el mejoramiento de la situacion
de los derechos humanos en Cuba.
Los Presidentes se congratularon por la firma del Convenio Bilateral de
Cooperación sobre Pequeña y Mediana Empresa que contribuirá a que los
empresarios uruguayos y costarricenses fomenten entre sí contactos
comerciales y empresariales, propicien la transferencia y la difusión de
tecnologías y estrategias gerenciales y transmitan información sobre
oportunidades de realizar negocios en cada país.
Subrayaron su disposición de incentivar las corrientes de capitales entre
ambas naciones, por lo que estuvieron de acuerdo en concluir en el más
breve plazo las negociaciones en curso del Acuerdo de Promoción y
Protección Recíproca de Inversiones.
Con el propósito de incentivar el turismo e incrementar los flujos comerciales , ambos Mandatarios acordaron
suscribir en un plazo de tres meses un Convenio
Bilateral de Transporte Aéreo.
Finalmente, los Presidentes del Uruguay y de Costa Rica se congratularon
por la suscripción de los siguientes instrumentos:
1. Mecanismo de Consultas Políticas Bilaterales entre los Gobiernos del
Uruguay y Costa Rica.
2. Convenio de Cooperación Bilateral sobre Pequeña y Mediana Empresa.
Jorge Batlle Ibañez
Miguel Angel Rodríguez Echeverría
Presidente
de la
República
Presidente de la República de . Oriental
del
Uruguay
Costa Rica