REUNION DE JEFES DE ESTADO Y DE
GOBIERNO
ENTRE LA REPUBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL Y LOS
PAISES DEL ISTMO CENTROAMERICANO
Y REPUBLICA DOMINICANA
Abril 2000
DECLARACION DE SAN JOSE
Los Jefes de Estado y de Gobierno
de la República Federativa del Brasil y los Países del Istmo Centroamericano y
República Dominicana reunidos en San José, Costa Rica, el 5 de abril de 2000,
considerando nuestro patrimonio común de profunda identidad histórica y
cultural, reafirmamos el compromiso de nuestros Gobiernos de estrechar los
tradicionales lazos de amistad y cooperación existentes entre nuestros países y
nuestro renovado empeño en intensificar los mecanismos de integración en
América Latina y en el Caribe; esfuerzos basados en los principios y objetivos
compartidos por todos nuestros países, tales como:
I. PRESERVACION Y FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
2. La preservación y el fortalecimiento de los valores y mecanismos
democráticos en nuestros países y la vigencia plena e irrestricta de las
instituciones democráticas y del Estado de Derecho constituyen objetivos
fundamentales de nuestros Gobiernos. La democracia representativa es el
fundamento de la legitimidad de los sistemas políticos y condición
indispensable para la paz, estabilidad y el desarrollo sostenible.
3. La promoción de la democracia como sistema de gobierno y la voluntad
política de defenderla y profundizarla, respetando plenamente la soberanía de
los Estados, son principios y objetivos que nos unen. Es indispensable
estimular la participación efectiva y responsable de los ciudadanos en la vida
pública, contribuir al fortalecimiento del pluralismo político y fomentar la
participación de la sociedad civil en la discusión de temas de interés público,
para la toma de decisiones.
4. Cualquier agresión interna o externa a la institucionalidad
democrática de un país de la Región constituye un atentado contra los
principios que fundamentan la solidaridad de los Estados Americanos,
consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Acciones que violen el Estado de Derecho o impliquen una ruptura del orden
constitucional en cualquiera de los Estados Miembros de la OEA serán objeto de
inmediata consideración por nuestros Gobiernos en los foros regionales
apropiados.
II. SUPERACIÓN DE LA POBREZA Y PROMOCIÓN DEL DESARROLLO
SOSTENIBLE
5. El fortalecimiento de la democracia y el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales están íntimamente vinculados al
desarrollo económico y social de nuestros pueblos. La persistencia de la
pobreza constituye una amenaza potencial para la estabilidad de nuestros
países y su erradicación representa una necesidad global, objetiva y urgente.
6. El pleno desarrollo económico y social de nuestros pueblos requiere de
un esfuerzo continuo para superar la pobreza, reducir la inequidad en la
distribución del ingreso, la desnutrición, la marginalización, el
analfabetismo, la falta de acceso a los servicios de salud y educación,
mediante políticas que conduzcan a un desarrollo sostenible a mediano y largo
plazo.
7. Uno de los compromisos permanentes de nuestros países es impulsar
programas económicos y sociales orientados a generar condiciones favorables
para la incorporación definitiva de la población en situación vulnerable al
proceso de desarrollo y para eliminar desequilibrios estructurales,
particularmente, las condiciones de pobreza y marginalidad.
8. La erradicación de la pobreza es parte integral del desarrollo
sostenible. Consideramos que para conducir las acciones nacionales e
internacionales sobre la materia, es necesario garantizar de forma integral un
equilibrio entre los objetivos políticos, económicos, sociales y ambientales de
desarrollo, asumidos en la Agenda 21, adoptada en el marco de la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Rio
de Janeiro, Brasil, en 1992, y en el contexto centroamericano en la Alianza
para el Desarrollo Sostenible de Centroamérica (ALIDES) aprobada por la Reunión
de Presidentes, en octubre de 1994.
9. El Presidente de Brasil tomó nota de que la ALIDES constituye la
estrategia regional de desarrollo, cuyo objetivo fundamental se centra en el
mejoramiento integral de la calidad de vida de los centroamericanos.
III. PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
10. Reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible de
nuestras sociedades como forma de asegurar la preservación del medio ambiente.
11. El principio de responsabilidad común, pero diferenciada es esencial
para el éxito del desarrollo sostenible, que será alcanzado mediante el
cumplimiento de los instrumentos jurídicos internacionales, los compromisos y
principios adoptados en la Conferencia de Rio
celebrada en Brasil y a través del fortalecimiento de los esfuerzos de
concertación para este fin.
12. Todos los países deben cooperar para proteger el ecosistema y
promover un marco económico internacional que conduzca a la implementación de
la “Agenda 21”. Los países industrializados, en virtud de sus recursos
económicos, tecnológicos y políticos, tienen especial responsabilidad con los
países en vías de desarrollo en la solución de los problemas globales.
13. Esos desafíos requieren de la previsión adecuada de los recursos
financieros de origen doméstico e internacional y suponen un aumento de
la cooperación bilateral y multilateral, que incluya la transferencia y acceso
a la tecnología ambientalmente sana y fomente las inversiones privadas.
14. Reiteramos nuestra disposición de estrechar las iniciativas de
cooperación entre nuestros países sobre la base de posiciones conjuntas en los
foros apropiados, de forma que favorezcan la implementación de los diversos
instrumentos internacionales en el área del desarrollo sostenible y de la
protección ambiental, tomando en cuenta los intereses y realidades específicas
de los países en desarrollo.
15. Las Naciones Unidas tienen un papel fundamental que desempeñar en el
esfuerzo conjunto para enfrentar los desafíos del desarrollo sostenible y de la
protección ambiental; por ello la necesidad de apoyar decididamente los
compromisos internacionales asumidos a partir de la Conferencia de Rio, en particular la Agenda 21, la Convención sobre
Diversidad Biológica y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático. Es necesario igualmente, apoyar la pronta entrada en
vigor de otros importantes acuerdos ambientales, como el Protocolo de Kyoto a
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
16. Es necesario también que apoyemos mecanismos regionales eficaces que
reduzcan la vulnerabilidad a la que estamos expuestos los países de la región
latinoamericana, ante los cada vez más frecuentes desastres naturales.
Los programas deben contemplar acciones de prevención y gestión ante las
emergencias, prestando atención especial a los sectores más vulnerables de la
sociedad.
17. En este sentido, el Presidente del Brasil se congratuló por la
decisión de los Presidentes Centroamericanos de adoptar el Marco Estratégico
para la Reducción de la Vulnerabilidad y los Desastres en Centroamérica y el
establecimiento del "Quinquenio Centroamericano para la Reducción de la
Vulnerabilidad y el Impacto de los Desastres para el Período 2000-2004",
en el marco de su XX Cumbre Ordinaria, en octubre de 1999.
18. Los Presidentes centroamericanos expresaron su gratitud al
Presidente brasileño por la ayuda prestada por Brasil a los países afectados
por el huracán Mitch, a saber, en la reducción
de deudas, la donación de medicamentos y la prestación de asistencia técnica al
esfuerzo de reconstrucción."
IV. PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
19. La promoción y protección de los valores consagrados en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos constituyen el objetivo fundamental de nuestros pueblos.
La plena vigencia de los derechos establecidos en aquellos instrumentos,
inclusive el derecho al desarrollo, configuran una norma común, a ser alcanzada
por todas las naciones; tomando en cuenta que los derechos humanos, la democracia
y el desarrollo son interdependientes y se refuerzan mutuamente. A su vez, los
derechos humanos son universales e indivisibles.
20. Nuestros países están comprometidos con la promoción plena de la
mujer en todas las esferas de la vida pública y privada, en condiciones de
igualdad con los hombres. Además, manifestamos nuestro apoyo al proceso
preparatorio de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones
Unidas nombrada “Mujeres 2000? Igualdad de género,
desarrollo y paz para el Siglo XXI”, a realizarse del 5 al 9 de junio de 2000,
en Nueva York. De la misma forma, buscamos asegurar la plena vigencia del
derecho de los niños a condiciones sociales, materiales y espirituales que les
permitan su pleno desarrollo físico, intelectual y emocional.
21. Reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento del
Sistema Interamericano de Protección y Promoción de los Derechos Humanos de la
OEA y nos comprometemos a buscar fórmulas que permitan perfeccionar los
mecanismos y la acción de la Corte y de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
22. También fomentaremos una cultura de paz, de condena a todas las
formas de discriminación, intolerancia, incluida la xenofobia y el racismo, así
como fortaleceremos los esfuerzos para la promoción y protección de los
derechos de los grupos más vulnerables de la sociedad.
23. Seguiremos promoviendo la vigencia de los instrumentos
internacionales en materia de Derechos Humanos.
V. MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y DE LA SEGURIDAD INTERNACIONALES
24. El mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales
mediante la búsqueda de soluciones propias a los problemas y conflictos que
afectan a la Región son compromisos permanentes de todos nuestros países, que
se sustentan en el respeto de los principios de la libre determinación de los
pueblos, en la no intervención en los asuntos internos de los Estados, en la
solución pacífica de las controversias, en la proscripción de la amenaza o del
uso de la fuerza, en la igualdad jurídica de los Estados, en la cooperación
internacional para el desarrollo y en la defensa de los derechos humanos.
25. La consolidación de América Latina y el Caribe como una zona
de paz es aspiración común de todos nuestros pueblos.
26. El Tratado de Tlatelolco y el
compromiso permanente para conseguir su plena vigencia, el Tratado concerniente
a la Neutralidad Permanente del Canal y al Funcionamiento del Canal de Panamá,
la Convención Interamericana contra la Producción y el Tráfico de Armas de
Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados, son una
contribución importante de los países de América Latina y del Caribe para el
objetivo de preservar la paz y la seguridad hemisférica e internacional.
Dentro de este contexto, debe ser considerado el marco de seguridad democrática
centroamericano, modelo único en su género en el hemisferio, basado en la
democracia y el fortalecimiento de sus instituciones, como también, el Estado
de Derecho y el irrestricto respeto de los derechos humanos.
27. Continuaremos promoviendo la adhesión, ratificación y plena
observancia de todos los países de la comunidad internacional al Tratado de No
Proliferación de Armas Nucleares y al Tratado de Prohibición Completa de
Ensayos Nucleares; a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción,
Almacenamiento y el Empleo de Armas Biológicas y sobre su Destrucción; a la
Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, del Almacenamiento y el Empleo
de Armas Químicas y sobre su Destrucción, como también, a la Convención de
Ottawa sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y
Transferencias de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción.
28. Condenamos la realización de ensayos de armas nucleares y los
consideramos peligrosos retrocesos en el persistente esfuerzo de la comunidad
internacional para conseguir la eliminación total de las pruebas nucleares y la
no proliferación de armas de ese tipo.
29. América Latina y el Caribe es y continuará
siendo una región libre de armas nucleares con un papel fundamental a
desempeñar en la promoción de los instrumentos que regulan la posesión,
construcción y transferencia de armas de destrucción masiva. Al mismo tiempo,
reiteramos nuestra posición favorable a las iniciativas que tienen por objetivo
reforzar, en el ámbito de los organismos internacionales competentes, normas
sobre el transporte internacional de desechos y materiales nucleares.
30. Nuestros países comparten el compromiso de avanzar en la aplicación
de medidas que fortalezcan la confianza y de la seguridad en la región
latinoamericana de conformidad con sus condiciones geográficas, políticas,
sociales, culturales y económicas, con miras a contribuir a la consolidación de
una zona de paz.
VI. LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, LA NARCOACTIVIDAD, EL TERRORISMO Y
SUS DELITOS CONEXOS
31. Nuestros países condenan todas las formas de corrupción ya que ésta
debilita la legitimidad democrática, hiere el prestigio de los países y
constituye un factor de desintegración social que desvirtúa el sistema
económico de las naciones. Reafirmamos nuestro compromiso con la adopción
de mecanismos de cooperación destinados a profundizar la lucha contra la
corrupción y sus delitos conexos.
32. La lucha contra el problema de la narcoactividad
y delitos conexos constituye un desafío mundial que requiere de un tratamiento
integral y de la cooperación concertada en todos los niveles, bajo el principio
de la responsabilidad compartida. Al respecto, es de particular importancia el
pleno cumplimiento y ejecución de las tareas y compromisos asumidos por
nuestros países durante el XX Periodo Extraordinario de Sesiones de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, dedicado a la acción común para contrarrestar
el Problema Mundial de las Drogas, especialmente, los relativos a los programas
de prevención y rehabilitación, la adopción de medidas para prevenir, combatir
y sancionar el lavado de dinero, incluyendo los relativos a la reducción del
consumo, la prevención y la penalización del lavado de dinero, entre otras
medidas.
33. Apoyamos la cooperación internacional para la erradicación de los
cultivos ilícitos y la promoción del desarrollo alternativo en las poblaciones
afectadas por el proceso productivo de las drogas; además le concedemos
especial relevancia a la lucha multinacional contra el tráfico de drogas
ilícitas y a la atención de las comunidades afectadas por este flagelo que
requieren del respaldo de la comunidad internacional.
34. La lucha contra el narcotráfico debe ser realizada de acuerdo con el
pleno respeto a las leyes internas de cada país y basada en las convenciones
internacionales sobre la materia. Nuestros Gobiernos continuarán apoyando a la
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) en su
iniciativa de establecer un procedimiento único y objetivo de evaluación
de carácter transparente y multilateral.
35. Reiteramos nuestro total rechazo a todas las formas de terrorismo,
que amenazan la paz y la seguridad de las sociedades, que atentan contra la
estabilidad del sistema democrático y perjudican el pleno ejercicio de los
derechos sociales e individuales.
36. La prevención, el combate y la erradicación del terrorismo
pueden ser alcanzados con el esfuerzo solidario y la cooperación de la
comunidad internacional, por medio de acciones de carácter bilateral y multilateral
realizadas con estricto apego al Derecho Internacional.
VII. INSERCIÓN MÁS COMPETITIVA EN LA ECONOMÍA INTERNACIONAL
37. Nuestros Gobiernos están firmemente comprometidos en la
búsqueda de formas de inserción más competitiva de nuestras economías en los
flujos internacionales de comercio e inversión por medio del refuerzo del
sistema multilateral del comercio, del perfeccionamiento de los organismos
financieros internacionales, y del fomento de las iniciativas de cooperación e
integración regionales.
38. El sistema multilateral de comercio debe ser un sistema
abierto, no discriminante, transparente, libre de proteccionismo y de unilateralismo, que promueva la apertura de mercados y la
eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, y la reducción de
los subsidios, de manera que nos permitan aprovechar las ventajas comparativas
de nuestras economías favoreciendo su inserción competitiva en la economía
internacional globalizada. El sistema adoptado en el ámbito de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) facilita la realización de negociaciones amplias y
completas como el mejor instrumento para conseguir la mayor liberalización
comercial, que se traduzca en beneficios para todos los Estados Miembros.
39. Para nuestros países se revela indispensable profundizar el
proceso de liberalización del comercio agrícola iniciado en la Ronda de Uruguay
del GATT y la eliminación de los esquemas de subsidios a la producción y a la
exportación que distorsionan la competencia en los mercados internacionales en
perjuicio de los países en desarrollo.
40. Señalamos nuestra preocupación con el impase
a que llegaron las negociaciones de la III Conferencia Ministerial de la OMC,
reunida en Seattle, en los Estados Unidos de América,
en diciembre de 1999. Reafirmamos el compromiso de nuestros países de
contribuir para el avance de las negociaciones de la OMC, y exhortamos a los
países desarrollados a hacer lo mismo, de forma que se pueda definir, a corto
plazo, un conjunto equilibrado de iniciativas que tomen en cuenta los intereses
de los países en desarrollo, sobre todo lo que se refiere a la liberalización
del comercio agrícola.
41. Vemos con beneplácito las decisiones adoptadas en la reunión
del Consejo General de la OMC, del 7 de febrero de 2000, relativas a dar inicio
a las negociaciones agrícolas y de servicios, de conformidad con las
disposiciones del artículo XX del Acuerdo sobre Agricultura y del artículo XIX
del Acuerdo sobre Servicios, contenidos en el Acta Final de la Ronda de
Uruguay.
42. El comercio y los mercados globales son esenciales para
impulsar las oportunidades de empleo, facilitar las inversiones, elevar la
competitividad nacional y la incorporación de conocimientos y tecnologías. El
sistema multilateral de comercio debe hacer frente a todas las tendencias
proteccionistas, especialmente a aquellas que pretendan distorsionar la
aplicación de medidas de defensa comercial para proteger industrias obsoletas y
desfasadas o imponer obstáculos al acceso de los productos procedentes de la
región, bajo pretexto de garantizar una mejor protección del medio
ambiente y de los derechos laborales.
43. Satisfechos por nuestra afinidad de intereses sobre las negociaciones
en el marco de la OMC, consideramos conveniente mantener e impulsar estos
planteamientos tanto en la OMC como en foros hemisféricos y birregionales,
como son el ALCA, el Grupo de Rio y el foro América
Latina y el Caribe/Unión Europea.
44. Consideramos necesario impulsar, permanentemente, un desarrollo libre
y ordenado de los mercados financieros, como también la planificación de los
mecanismos que propicien un sistema financiero internacional más estable,
garantizando que sus instituciones dispongan de más recursos y sean capaces de
detectar, a tiempo, posibles crisis monetarias y financieras, que afecten los
esfuerzos de reforma, apertura y estabilización económicas que nuestros países
realicen.
45. El perfeccionamiento del sistema financiero internacional requiere de
la participación de todos los países y, particularmente, de los países
desarrollados y de los organismos financieros internacionales.
46. Los señores Presidentes, conscientes de la importancia que
tiene la caficultura para el desarrollo económico y
social de sus pueblos, ratifican su voluntad de realizar esfuerzos para
buscar mecanismos conducentes a un racional equilibrio entre la oferta y la
demanda mundiales de café, con miras a lograr la obtención de precios justos y
retributivos en el mercado internacional del producto.
VIII. CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL
47. La crisis financiera internacional es un tema de vital importancia en
la agenda económica internacional y por ende debemos retomarlo como tal. Sobre
el particular, consideramos conveniente adoptar estrategias conjuntas de
prevención en situaciones de crisis financieras posibles a desarrollarse,
realizando tareas concretas destinadas a reducir o eliminar la vulnerabilidad y
debilidades identificadas. Entre estas estrategias, elaborar y apoyar
posiciones conjuntas ante foros y conferencias internacionales, la comunidad
internacional y en particular ante las instituciones financieras
internacionales - Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.
48. Tomamos nota con beneplácito de la propuesta del Presidente de Costa
Rica ante las Naciones Unidas de crear un Fondo Precautorio como un mecanismo
flexible y expedito que permita resolver emergencias financieras a las naciones
con pequeñas economías.
IX. PERFECCIONAMIENTO DE LOS MECANISMOS DE INTEGRACIÓN Y
COORDINACIÓN REGIONAL
49. De manera especial, nos mostramos complacidos por la suscripción en
abril de 1998, del Acuerdo Marco de Comercio e Inversión entre el MERCOSUR y el
Mercado Común Centroamericano, sobre cuya base buscamos ahora definir un
programa de trabajo que permita estrechar las relaciones entre los dos bloques
regionales. Hemos coincidido en la necesidad de explorar las posibilidades y el
establecimiento de mecanismos que permitan iniciar una relación comercial más
estrecha entre MERCOSUR y Centroamérica que genere amplios beneficios mutuos.
50. En el sentido de concretar las propuestas de integración económica
entre nuestros países y a la luz de los principios que orientan la presente
Declaración, se impulsará la implementación del Acuerdo Marco de Comercio e
Inversión entre el MERCOSUR y los países miembros del Sistema de la Integración
Centroamericana.
51. Como paso inicial, se propondrá a los otros Gobiernos signatarios del
Acuerdo Marco, efectuar una reunión durante el segundo semestre del presente
año, con el objetivo de adoptar las medidas necesarias para la
constitución de la Comisión de Comercio e Inversión. Los Gobiernos de Belice,
Panamá y República Dominicana serán invitados a participar de los trabajos de
dicha Comisión.
52. Asimismo, en el ámbito político, nuestros países están comprometidos
con el fortalecimiento de los foros regionales y subregionales,
que contribuyen al diálogo constante y abierto para la realización de acciones
concertadas con vista a preservar la paz, fortalecer la democracia e impulsar
el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe.
53. Constatamos con gran satisfacción el trabajo político y diplomático
realizado por el Grupo de Rio, ahora fortalecido con
el ingreso de los países centroamericanos y de República Dominicana, a
favor de las más altas aspiraciones de nuestros países, como también el
tratamiento de los principales temas de la agenda regional y mundial.
54. Los Presidentes centroamericanos invitaron a la República
Federativa del Brasil a incorporarse como socio extrarregional
del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), lo cual contribuirá
a fortalecer las relaciones mutuas existentes, en beneficio del desarrollo
económico y social de la región. El Presidente de Brasil manifestó su
intención de analizar la posibilidad de incorporación a dicho organismo
financiero regional, consciente de su importante papel en la promoción del
comercio e inversión.
X. FORTALECIMIENTO DEL MULTILATERALISMO
55. El fortalecimiento de los foros multilaterales, particularmente,
el de las Naciones Unidas y el de la Organización de los Estados
Americanos, basado en los propósitos y principios consagrados en sus
respectivos instrumentos constitutivos, contribuye de manera decisiva en la
promoción de la
paz, la seguridad, la cooperación y en un diálogo
internacional sobre el desarrollo. Con respecto a este último punto en
particular, tan importante para el bienestar de nuestros pueblos, recordamos la
aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el año 1997, de la
Agenda para el Desarrollo, como marco para la promoción de la cooperación
internacional en la búsqueda de un orden mundial más justo.
56. Rechazamos la aplicación unilateral y extraterritorial de las leyes
nacionales por constituir acciones que violan la igualdad jurídica de los
Estados, los principios de respeto y dignidad de la soberanía nacional, la no
intervención en los asuntos internos de otro Estado y que amenazan la
convivencia entre éstos. Estas medidas afectan negativamente, en el ámbito de
las relaciones internacionales, la cooperación, el comercio y las inversiones.
Mantenemos el diálogo constructivo sobre la materia y proseguiremos los
esfuerzos por concertar posiciones en los foros regionales e internacionales
para fortalecer el multilateralismo y garantizar el
estricto respeto al Derecho Internacional.
57. Consideramos necesario reforzar la capacidad de la Organización
de las Naciones Unidas para enfrentar los nuevos desafíos de la realidad
internacional y, para eso, otorgamos especial importancia al proceso de
reformas en curso, particularmente al del Consejo de Seguridad, para corregir
sus desequilibrios actuales, ampliando su composición, mejorando los mecanismos
de toma de decisiones y otorgando más transparencia a la conducción de sus
trabajos, que refleje de forma más legítima y representativa al conjunto de los
países miembros de la Organización.
58. Reiteramos nuestro compromiso permanente de apoyar a la Organización
de los Estados Americanos, en su proceso de fortalecimiento y modernización,
para que pueda lograr ser el foro político por excelencia en el que los Estados
Miembros puedan fomentar y establecer el diálogo y la cooperación en todo el
hemisferio.
XI. FORTALECIMIENTO DE LA COOPERACIÓN
59.El fortalecimiento de la cooperación en su más amplio
significado entre nuestros países constituye el propósito esencial de nuestros
Gobiernos, en la búsqueda de un proyecto común de desarrollo sostenible, con
iniciativa y capacidad propias que contribuya al crecimiento económico con
equidad social, a la preservación del medio ambiente y al fortalecimiento de la
identidad cultural.
60.Tenemos como objetivo básico la
ampliación y la sistematización de la cooperación en todos los ámbitos del
desarrollo sostenible entre nuestros países, incluyendo la exploración conjunta
de nuevos campos de cooperación que favorezcan el desarrollo económico, social,
científico y tecnológico.
61.En este marco, los avances en la
productividad de las economías representan una prioridad en la cooperación
entre nuestros países.
62.La cooperación en materia de ciencia y
tecnología desempeña un papel prioritario en el proceso de desarrollo y de
integración.
63.Con respecto a la cooperación técnica,
los trabajos a ser desarrollados por el Gobierno brasileño, por medio de la
Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), consistirán en acciones dirigidas
a la intensificación de las relaciones bilaterales, a la consolidación de los
programas y proyectos establecidos, así como a la identificación de nuevas
oportunidades en áreas relevantes para el desarrollo socioeconómico de los
países de la región.
64.La modernización de nuestras economías exige
la incorporación de nuevas tecnologías limpias que faciliten la adopción de
procesos productivos más eficientes, sin que éstas vayan en detrimento del
medio ambiente. Los controles nacionales e internacionales de las
transferencias de nuevas tecnologías no deben obstruir el acceso a bienes y
tecnologías avanzadas para el uso pacífico en función del desarrollo.
65.La cooperación en materia cultural debe
promover la unidad latinoamericana y caribeña, el desarrollo y la
modernización de nuestras sociedades. La cultura es factor importante para la
integración de nuestros pueblos y la diversidad cultural latinoamericana
y caribeña proyecta la verdadera riqueza de nuestras sociedades.
66.En el espíritu de la II Cumbre de las Américas, subrayamos la necesidad de fortalecer los
sistemas nacionales de evaluación de la calidad de la educación. En este
contexto, el Presidente brasileño declaró su disposición de apoyar técnicamente
los esfuerzos hacia la construcción de indicadores relevantes e
internacionalmente comparables sobre el desempeño de los sistemas
educativos. Ese apoyo se podría concretar por medio del intercambio de
información y expertos, así como por medio del ofrecimiento de seminarios y
talleres para la capacitación de los recursos humanos en el campo de la
evaluación educativa.
67.El pleno desarrollo económico y social de
nuestros pueblos requiere de un amplio y permanente esfuerzo de cooperación en
el campo educativo, priorizando las acciones para eliminar el analfabetismo,
mejorar progresivamente la calidad de la educación de nuestros pueblos y
ofrecer las condiciones necesarias para que una mayor población escolar tenga
acceso a los niveles técnicos y superiores de formación.
68. Reafirmamos nuestra disposición de mantener consultas políticas
en el nivel apropiado en todas las ocasiones en que sea posible, inclusive al
margen de reuniones multilaterales o regionales.
San José, 5 de abril de 2000.
Fernando Henrique
Cardoso |
Carlos R. Flores F. |
Mireya Moscoso |
Arnoldo Alemán Lacayo |
|
Said Musa |
Francisco Flores Pérez |
Juan Francisco Reyes López |
Eduardo Latorre |
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